Sigo con la técnica de "levantar" viejos reportes y en esta oportunidad le tocó a un entrenamiento, que por distinto en su momento ameritó crónica. Ahora lo estaba releyendo y me causó gracia, por eso decidí compartirlo con mis lectores.
Espero que lo disfruten!
Mi primera corrida “aventura”
Todo arrancó en el entrenamiento del miércoles a la noche con el Pichón recriminándome que no había aceptado su invitación a almorzar días atrás.
Muchos pensarán “qué tiene que ver!” una cosa con la otra, pero si, todo tiene que ver.
El jueves al mediodía salgo de la oficina y el Centro estaba muerto, ahí se me ocurre llamar al Pichón para invitarlo a almorzar y así taparle la boca de una vez por todas, y así lo hice.
-Pichón, soy yo, Johnny, querés ir almorzar al Punta Carretas?
-Dale, en cuanto? En 30?
-No, ahora, ya!
-Ok, salgo para ahí, estoy en 10’
No pensé que el Pichón llegara en 10’ pero por las dudas agarré el auto y arranqué raudo rumbo al “chópin”.
Cuando llegué la figura ya me estaba esperando, miramos que comeríamos y yo opté por algo suave para no dormirme en la oficina al volver, así que me mandé unos nachos con queso, 2 quesadillas y 1 taco de cerdo…el Pichón prefirió una ensaladita.
Mientras nos acomodábamos y el Pichón le sacaba la cebolla a la ensalada al tiempo que yo ya me manduqué medio taco de una mordida empezamos a hablar… y de qué podíamos hablar? Obviamente de las corridas!!!
-Vas a correr hoy, Johnny?
-No sé, por un lado tengo ganas, pero viste que corrimos ayer y yo ando medio lesionado…pero debería porque no tengo muchos k arriba y se viene la ½, en fin, no sé…
-Dale, vamos!
-Y qué hacemos? Podríamos tirarnos a hacer 10k o 16k, no?
-Yo necesito mentalizarme, si salimos para 10 salimos para 10, pero si salimos para 16 hasta los 16 no paramos.
-Y a vos que te picó, Pichón? Tas como medio acelerado?
-No, es que no me gusta salir sin estar planificado, entonces, salimos para 16k? si o no?
-Bueno, tranquilo, hacemos 16k, listo!
-A las 8 en el 8 por 16 entonces!!!
-Si, Pichón, como quieras…
Terminamos de comer, nos despedimos con un “hasta las 8 en el 8!” y cada uno siguió su rumbo.
A las 8 llego al 8…el Pichón ya estaba, calentito y estirado.
-Dale Johnny! Largamos?
-Pará, tranquilo, dejame estirar un minuto…
Y largamos!!!
El Pichón salió acelerado, buscando la delantera, yo tratando de seguirlo, entre agitado y sorprendido, mientras pensaba que ese no era el Pichón que yo conocía…”en fin, seguro se pincha en 500 mts” me dije.
Nada más lejos de la realidad, empezaron a pasar los kms y el Pichón seguía como falopeado, por la vereda, por el pasto, por la vereda.
-“Acá bajamos a la arena, seguime!”
Yo detesto correr por la arena, pero en fin, ahí estaba siguiéndolo.
Había luna llena, pero estaba oscuro, y ahí empezó mi “carrera aventura”.
Se me confundían las sombras en el piso y no sabía si había montañitas o no, si pisaba pozos o llano, en fin, iba como medio a los tumbos, apenas tratando de no perderle pisada al “nuevo Pichón” que más que un runner parecía un buggy arenero.
Volvimos a subir a la vereda, yo siempre atrás!!! Por momentos hasta unos 20 mts, y no paraba de pensar si el Pichón estaría infiltrado o que.
-Para que veas que no corro solamente cuando está “la motivadora!!!” gritó mientras no aflojaba la pata.
Yo casi no podía moverme, mucho menos contestarle, apenas me salió insultarlo con un rápido y entrecortado “aflojá jo de uta!!!”
El Pichón seguía enajenado metiendo pastito y repechitos.
- Acá bajamos de nuevo a la playa!!!
Yo no estaba en condiciones de discutirle, lo seguí y listo, siempre atrás.
De repente el Pichón, todo vestido de negro, apenas era una mancha allá adelante y yo estaba corriendo por Malvín contra el mar, en una parte de arena muy ancha y desolada, ahí es que veo algo con unos movimientos extaños como sobre el piso que subía y bajaba.
Un sudor frío me corrió por la espalda, parecía un violador encima de su víctima a puro sube y baja, un pensamiento me atravesó las pocas neuronas que me iban funcionando en ese momento: “seré yo la próxima víctima del famoso violador de runners de playa Malvín?”, así que no sé como apuré el paso tratando de arrimarme al Pichón, como que pudiera salvarme, ahí diviso que en realidad era un subnormal como yo que estaba haciendo lagartijas.
“Uf, gracias a Dios!!!” pensé, mi integridad física no corría peligro.
Pero no, me equivoqué! Sí que corría peligro!!! De repente y de la nada, en medio de la oscuridad se me aparece un desaforado montado en una especie de skate de ruedas grandes propulsado por una especie de paracaídas.
No me atropelló de casualidad!!! Y seguro yo hubiera llevado la peor parte porque el pibe tenía cascos y rodilleras, o al menos eso me pareció cuando me hizo el finito.
Ahí fue que me dije “esto es una carrera aventura!!!”.
El Pichón seguía como 100 mts adelante mío bordeando el mar.
Entre reflejos y medias luces veo que podía hacer una diagonal para alcanzarlo, ni tonto ni perezoso, o mejor dicho si perezoso, arranqué a cortar camino y así es que lo alcanzo.
Justo ahí había que subir a la veredita de el club ese donde hay unos barquitos, otra vez la temida frase: “seguime!!!”
Resulta que le erró a la entrada y anduvimos escalando unas rocas con riesgo de torcerme un tobillo, a los minutos me dice: “le erré, no era acá, bajamos a la arena y subimos más adelante”.
Yo por un lado me sentía Tom Cruise en el comienzo de Misión Imposible II, y por el otro pensaba “qué hago yo siguiendo a este descerebrado!!!”.
Al fin el Pichón encontró la entrada y arrancó a subir, luego llegamos a la subidita para la vereda, al fin otra vez civilización y luz!!!
Yo no paraba de insultarlo, pero el Pichón parecía inmune a mis epítetos, no paraba de correr mientras me gritaba “dale!! 2k más y pegamos la vuelta”.
Ahí un pensamiento me asustó, me acordé que el Pichón tenía esa manía de tomarse taxis en cualquier momento, y yo ya me veía abandonado a 8 kms de donde había dejado el auto, así que no dudé y le grité en forma amenazante:
-Vos te tomás un taxi y te bajo a patadas!!!
-Dale Johnny, corré que faltan solamente 9k.
Llegamos a la mitad y pegamos la vuelta, en ese momento por la vereda, y me llevaba como 100 mts a buen ritmo, realmente desconocido!!!
Yo ya venía cuestionándome que era lo que estaba haciendo mal, no podía ser que el Pichón me resultara inalcanzable, así que me propuse apurarme y alcanzarlo.
Ahí fue que empecé a meter pata y sacando resto de no sé donde lo alcancé, justo cuando me dice:
-Acá bajamos a la playa!!!
Y dobló a bajar por una rampa sumamente empinada, llegamos a la arena y me dice:
-Me equivoqué, subimos de vuelta!!!
-Vos sos tarado? Vengo muerto y también tengo que hacer cuestas? Vos sabés el camino? Sos un pelotudo!!!
-Callate y corré, no seas manteca!
-Manteca yo? Dejá que te alcance!!!...
-Dale, corré.
Y ahí iba yo, entre caliente y agotado.
Por allá bajamos a la playa de nuevo, una oscuridad que no veía ni lo que tenía encima.
De repente unas “luces malas”, sería un “aparecido”?
-Pichón!!!! Dónde estás!?!?!?
-Dale, corré!!!
-Pichón!!!
-Qué????
-La reputa que te parió!!!!
-Dale, corré!!!
Me preguntaba si el Pichón no sabía otra cosa que decir “dale, corré!”.
Obviamente algo pasaba, nunca me había ganado el Pichón una carrera, y siempre se había cansado, y siempre lo tenía que patotear para que siguiera corriendo, ¿quién era ese sujeto que iba conmigo? ¿Sería un clon del Pichón mejorado genéticamente?
La cosa que ahí seguíamos corriendo, al palo siempre.
En el km 15 y ½ me dice, me cansé.
“Me está jodiendo” pensé, y ahí le retruqué:
-Dale, Pichón, corré!!!
Fue ahí que lo pasé, igual llegó al lado mío.
Lo felicité por su corrida y cruzamos a la Ancap, él se compró 2 Gatorade y yo 5 alfajores de Porto Vanila, mi cuerpo pedía una sobredosis inmediata de dulce de leche.
Lo positivo es que no sentí molestias durante toda la corrida y estoy listo para la corrida de hoy.
Gracias Pichón por regalarme mi primera carrera aventura, verdaderamente toda una aventura!!!
Nos vemos luego, a las 8 en el 8!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario