lunes, 9 de marzo de 2009

"Hay que dejarlo para que aprenda a superar las frustraciones"

"Si te cita la maestra nunca puede ser buen síntoma" o algo así fue lo que me dijo una amiga cuando le conté que con Vicky íbamos a la primera reunión formal con la maestra encargada de la clase de mi hijo.
Si bien era un poco en broma la frase, reconozco que no dejó de preocuparme y le dí alguna vuelta en la cabeza... nos ven todos los días, recién terminó el proceso de adaptación de 2 semanas, ¿que puede haber pasado? Nada! O podría haber tenido un retroceso, podrían haber detectado antes que nosotros una mala situación familiar, Fede no se lleva bien con los compañeritos, quieren que lo saquemos del colegio ya... y las alternativas que se me ocurrían eran cada vez peores hasta que me decidí a concentrarme en el tráfico porque de lo contrario ni siquiera me enteraría de lo que quería decirnos la maestra.
Llegamos y por suerte nada era de todo este tipo de ideas que había manejado, todo estaba centrado en darnos unas pautas a modo de coordinación para el resto del año, algunas recomendaciones, decirnos que veían muy bien a Federico, tanto en como realizó el proceso de adaptación así como lo que eso demuestra a nivel familiar y unas cuantas cosas más que por cierto nos alegraron.
¿Pero hasta acá que tiene que ver con un posteo de running?
Podría ser que fuimos "corriendo" para llegar en hora, pero no, la cosa sigue... es que a veces me disperso un poco (lo que ameritará seguramente otro posteo con ese título, basado en algo que leí hace un rato en algún lado y que me pareció por lo menos interesante).
La cuestión es que en determinado momento de la charla el tema se centró en los berrinches típicos a los que podíamos enfrentarnos seguramente a esta edad de Fede.
Nos dijo que era normal que cualquier niño los tuviera y que era bueno que así fuera porque era la forma de desarrollar la capacidad de superación de la frustración.
Parece que si sos niño y no berrincheas cuando seas grande no soportarás sicológicamente cualquier frustración a la que te enfrentes.
La recomendación parecería ser dejarlos llorar y explicarles (o "verbalizarles" como le gusta decir a la maestra de Fede) que en ese momento no pueden hacer o tener o recibir lo que quieren, que tienen que esperar, o lo que sea, pero nunca la solución sería salir corriendo a darle al niño lo que tanto está implorando desesperadamente para ya.
"Mirá vos!!!" pensé y vuelvo a pensar... los aficionados al running como yo seguramente debemos haber tenido padres que manejaron muy bien esos temas porque un runner sí que es un tipo frustrado y de todas formas la logramos llevar bastante bien.
Y acá es donde el posteo pasa a tener un carácter adecuado para el blog y el lector dice "mirá por donde venía!".
Cualquiera que corra para algo que no sea subirse a un ómnibus o para que no lo agarre un perro sabrá de lo que hablo.
Nosotros, los bichos raros (aunque no tanto como una amiga que tengo) que andamos trotando por todos lados, los que si vamos a "descansar" nos llevamos las zapatillas para poder cansarnos corriendo, los que nos ponemos de mal humor desde primera hora de la mañana si ya vemos que va a ser difícil correr ese día, los que vemos más a nuestros amigos corriendo que visitándolos en sus casas, consciente o inconscientemente, vivimos frustrados.
¿Y qué es lo que nos frustra?
La lista podría ser interminable (y agradezco a quienes me ayuden a ampliarla) pero podríamos citar ese minuto que nos faltó para llegar a poner el tiempo para el que entrenamos tanto tiempo en tal o cual carrera, o el caso en que nos lesionamos y quedamos afuera de una carrera a la que le teníamos ganas, o cuando simplemente nos lesionamos y no podemos hacer lo que tanto nos gusta que es entrenar por el solo hecho de hacerlo - y no voy a entrar en el tema de las endorfinas famosas.
En mi caso justo ahora estoy en el proceso de preparación de mi 5º maratón y me lesioné el tendón del talón de Aquiles, por suerte el manejo que hizo mi madre de mis berrinches en la infancia ha hecho que la lleve bastante bien, desde el miércoles que no corro por recomendación del deportólogo, pero hoy capaz que retomo suavecito esperando su visto bueno del miércoles próximo.
En realidad todavía faltan casi 3 meses para la carrera, así que la pérdida no es tanta, pero no deja de alterar lo planificado, y más si el problema persiste.
No sería la primera vez que alguien tiene que sacrificar una carrera por una lesión, no? Decir esto sí que es capacidad de superar frustraciones!
Esperemos que no sea así y que el 3/5 pueda estar participando de la 1/2 de Punta como testeo de la Maratón de Montevideo del 31/5.
Estoy seguro que la maestra de Fede no imagina que su frase "Hay que dejarlo para que aprenda a superar las frustraciones" terminaría siendo el título de un posteo en un blog de running... 



2 comentarios:

  1. Tolerancia a la frustración, dijo? Ufff...
    Le aporto para ampliar la lista: cuando por fin va a lograr hacer el tiempo para el que había entrenado, le miden mal el circuito y en vez de 10k son 10,6k...
    En un país como el nuestro, donde nunca pasa nada y somos 3 gatos locos, TODO ocurre en un único fin de semana: Maroñas Running, Pilsen Rock...y el cumpleaños de mi hija mayor.
    Frustración? Un seminario, tendríamos que dictar los runners.

    PD: un gran aporte a las futuras generaciones: incluir el running como herramienta de manejo de la frustración. No?

    PD2: cuando la maestra pide reunión con los padres, a uno le entran esos nervios como de exámen. O como cuando sube el inspector al ómnibus y no encontrás el boleto...

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  2. No se me ocurren ahora otros motivos de frustración tanto en la previa o motivada por los resultados obtenidos…pensé en varios motivos de frustración que suelen surgirme durante una carrera, desde la mala o nula hidratación…, ganas de ir al baño…, que la familia no esté en el punto en que esperábamos verlos…, hasta un cordón desatado puede llegar a ser muy frustrante…!!!

    Pero se me ocurrió otro punto de vista para la relación running-frustración y es que a veces me ha pasado (y no pocas veces) que correr me ayuda a superar otras frustraciones, las de “la vida” (por decirles de alguna manera), las ajenas al correr…

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