Por ejemplo, hace mucho tiempo, cuando las primeras indicaciones nos las daba el Canario Vázquez una frase que me quedó grabada (con su clásico "acento") fue:
- En esto de correr hay que aprender a quedarse con las ganas.
Obviamente aludía al hecho de que una sesión de entrenamiento era mejor cuando quedábamos con ganas de seguir corriendo que cuando terminábamos agotados.
Con los años me fui dando cuenta de que estaba por demás en lo cierto.
Pero, porque siempre hay un pero, hay momentos en que no hay que quedarse con las ganas - siempre hablando del tema running, lo aclaro antes de que alguno imagine alguna otra situación que no corresponde ser analizada en un blog del estilo de "corro luego existo".
Ese fue el caso cuando hace un par de años, y a apenas unas cuantas semanas del maratón de Buenos Aires, yo no me decidía a correrlo o no.
La duda surgía de que no había entrenado y faltaba muy poco, por lo que cualquiera que se precie de "normal" hubiera desistido.
Pero como iban muchos amigos y la movida estaba tomando color no se me ocurrió mejor idea que pedirle la opinión a Merceditas Cuevas - quien tuviera durante varios años el record nacional de maratón, nos había entrenado también en algún momento, y a quien yo respetaba muchísimo por lo mucho que entiende del tema - seguro de que ella me daría para adelante (el Canario Vázquez ya se había manifestado rotundamente en contra).
Y ahí fue cuando Merceditas me dio su mejor enseñanza a decirme que la mayoría de las carreras eran físicas, pero un maratón era una carrera sicológica.
Obviamente alguien que nunca siquiera caminó probablemente no pueda encarar una prueba de esta naturaleza, pero con ya un par de maratones encima y con un grado de entrenamiento continuado como el que tenía en ese momento, no era descabellado según ella correrla.
"Es una cuestión mental, si tenés ganas de correrla: hacelo! Te va a ir mejor que si estuvieras preparado y no tuvieses ganas de correrla" - me dijo.
Y así lo hice, y no me fue nada mal por cierto.
Al día de hoy le estoy agradecido a Merceditas por ese consejo.
Hoy temprano me dispuse a correr 14 kms, y las condiciones eran óptimas, no hacía calor, tenía tiempo, no hacía demasiado frío ni había mucho viento... y tenía ganas!!!
Mientras corría fue que recordé estas palabras de Merceditas y decidí comentarlas aquí.
Todo porque iba pensando que había perdido varias semanas de entrenamiento por la tendinitis, pero que igual me quedaba muchísimo más tiempo para preparar la maratón de Montevideo del que dispuse para Buenos Aires... y tengo ganas de correrla!!!
Esos 14 kms. casi no los sentí, los corrí bien despacio por un poco de temor que todavía tengo, pero decidido a disfrutarlos, y así fue.
Restan 2 meses para el maratón de Montevideo, y ante la pregunta "¿Quedarse o no quedarse con las ganas?" la respuesta no puede ser otra porque ganas tengo y no pienso quedarme con ellas, así que a entrenar!!!
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