Ayer era uno de esos días que uno precisa salir a correr... y solo!
Quería pensar un rato, tenía mil cosas en la cabeza, y había decidido que correr sería una buena forma de autoterapia.
Con esa intención llegué al mojón del km. 4, pero me encuentro con un viejo conocido de estudios, de esos que uno hace años que no ve pero que tampoco tiene ganas de ver, y mucho menos conversar.
- Hola!!! Tanto tiempo!!!
- Cómo andás?
- Bien, vos?
- Bien...
- Vas a correr?
- No vine a comprar una bandera...
- Jaja!!! Cuánto vas a correr? Yo voy a hacer unos 7...
- Yo 14 (pensando que al menos me lo fumaría solamente 3,5 kms)
- Ah, dale, intento acompañarte entonces!
- Mirá que todo bien... estoy acostumbrado a correr solo.
- Todo bien, si te puedo seguir el paso y la distancia yo encantado!
- Ok, vamos...
Salí mascullando rabia por no poder correr en solitario como lo tenía previsto, pero lo cierto que a los 4 kms. la temática se había tornado interesante y a los 6 kms. decidí pegar la vuelta para seguir acompañándolo, o dejándome acompañar.
Al final sirvió igual, no pude pensar, pero cambié el humor... o al menos lo cambié lo suficiente, o lo necesario.
Lo cierto es que hacía semanas que no corría, y quedé contento de correr 12 kms. de una a buen ritmo y sin cansarme, espero poder repetir en breve... de repente hoy consigo quien me acompañe y hago unos kms. más, por lo menos sé que a las 8 en el 8 va a haber gente.
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Bienvenido este post y el anterior.
ResponderEliminarHoy seguro a las 8 en el 8.